29 août 2012
3
29
/08
/août
/2012
12:51
La movilización estudiantil de 2011-2012 corresponde a una serie de manifestaciones
realizadas a nivel nacional por estudiantes universitarios y de secundaria de Chile desde mayo de 2011 hasta la actualidad. Han sido consideradas como las movilizaciones más importantes de los
últimos años y una de las mayores desde el retorno a la democracia. Además, es la Movilizacion Estudiantil más grande y extensa de la historia del país.
Estas movilizaciones surgieron de parte de estudiantes que rechazan el sistema educacional chileno, que provee una amplia participación del sector
privado respecto a la del Estado. Actualmente, solo el 25% del sistema educativo es financiado por el Estado, mientras que los estudiantes aportan el otro 75%. Este sistema fue originado durante
la dictadura de Augusto Pinochet a lo largo de los años 1980 finalizando con la promulgación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) cuatro días antes de entregar el poder. Esta ley
dejó al Estado en un rol regulador, delegando gran parte de la enseñanza al sector privado.Tras la movilización de 2006, conocida como la "Revolución pingüina", la LOCE fue reemplazada
en 2009 por la Ley General de Educación, que no trajo cambios significativos a la ley anterior.
Las primeras movilizaciones fueron convocadas en Santiago por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), organismo que agrupa a las
federaciones de estudiantes de las universidades que integran el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas —conocidas como "tradicionales"— para los días 28 de abril y 12 de mayo de 2011,
en reclamo por el financiamiento, retrasos en la entrega de becas y problemas con la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE). Durante el mes de junio, los estudiantes convocaron a sucesivas marchas en
las principales ciudades de Chile, alcanzando gran convocatoria y demandando reformas al sistema educacional chileno que fortalecieran el rol del Estado en la educación. Luego de un mes de
paralizaciones, el gobierno presentó su primera propuesta, estableciendo un nuevo fondo para la educación y facilitando el acceso a créditos universitarios. Las principales organizaciones
rechazaron la propuesta demandando medidas más de fondo. Sucesivas propuestas del gobierno abrieron la posibilidad de reformas al sistema, como la desmunicipalización de la educación secundaria o
un cambio constitucional que asegure la calidad en la educación, pero no fueron consideradas suficientes por los estudiantes.
Los principales voceros del movimiento universitario han sido los presidentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh),
Camila Vallejo y Gabriel Boric y los presidentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), Giorgio Jackson y Noam Titelman. A pesar de que los anteriores fueron
indiscutidamente los principales líderes, también tuvo un rol bastante participativo Camilo Ballesteros, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile
(FEUSACH). Paulatinamente, estudiantes secundarios se sumaron a las movilizaciones y comenzaron a realizar tomas en sus colegios, repitiendo las acciones de la "Revolución pingüina".
Representando a los estudiantes de Educación Media está la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES). A medida que la
movilización fue creciendo, se incorporaron por primera vez estudiantes de colegios particulares pagados, Centros de Formación Técnica (CFT), Institutos Profesionales (IP) y universidades
privadas, es decir, los miembros de prácticamente todo el sistema educacional chileno.
El movimiento ha sido considerado como uno de los más fuertes desde el retorno a la democracia y, en conjunto con otras manifestaciones ocurridas
durante el segundo año del gobierno de Sebastián Piñera, fueron interpretadas como parte de un movimiento social mayor que demanda reformas sustanciales al modelo económico y político establecido
durante la dictadura militar que gobernó Chile entre 1973 y 1990 y que se mantiene por más de veinte años sin cambios sustanciales, con el fin de reducir la fuerte desigualdad de ingreso
existente en el país. Luego de dos meses de paralizaciones, una reconocida encuesta de opinión pública cuantificó el respaldo que la
movilización estudiantil ha suscitado en la ciudadanía, estableciendo la existencia de un fuerte apoyo de la población (cerca de un 70%) a las principales demandas del movimiento. El gobierno, en
tanto, entró en una crisis que derivó en una caída histórica en la aprobación presidencial y la realización de sucesivos cambios de gabinete.
EL INICIO DEL GRITO DESESPERADO
La movilización estudiantil de 2006 corresponde a una serie de manifestaciones realizadas por estudiantes secundarios de Chile entre abril y junio
de 2006 y reactivadas entre septiembre y octubre del mismo año. La movilización es conocida informalmente como Revolución de los pingüinos o Revolución
pingüina, debido al tradicional uniforme utilizado por los estudiantes.
Se estimó que más de 100.000 estudiantes de más de cien colegios del país se encontraban en movilizaciones el viernes 26 de mayo, antes del paro nacional de
estudiantes convocado para el martes 30, el cual habría contado con una adhesión de más de 600.000 escolares, convirtiéndose en la mayor protesta de estudiantes en la historia de Chile, superando
a las producidas en 1972 durante el gobierno de Salvador Allende y su proyecto de la Escuela Nacional Unificada y durante los años 1980 contra las políticas educacionales del régimen
militar.
Estas movilizaciones abarcan diversas reclamaciones planteadas por los estudiantes, entre las que destacan:
- Derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza.
- Derogación del decreto 524, publicado el 11 de mayo de 1990, que regula los Centros de Alumnos
- Fin de la municipalización de la enseñanza.
- Estudio y reformulación de la Jornada Escolar Completa, JEC.
- Gratuidad de la Prueba de Selección Universitaria, PSU.
- Pase escolar gratuito y unificado.
- Tarifa escolar gratuita en el transporte escolar para la Educación Media.
El jueves 1 de junio de 2006, la presidenta Michelle Bachelet se dirigió a la nación en cadena nacional voluntaria de radio y televisión anunciando nuevas medidas
para mejorar la calidad y el acceso a la educación, que satisfacían en gran medida las demandas de los estudiantes. Sin embargo, la Asamblea Nacional Estudiantil rechazó las propuestas del
gobierno y convocó a un nuevo paro nacional para el lunes 5 de junio. Tras este paro, el movimiento perdió fuerza y finalmente los estudiantes anunciaron el fin de la principal ola de
movilizaciones el viernes 9 de junio. Las movilizaciones serían posteriormente retomadas en los meses posteriores, aunque sin el mismo éxito.
Les mouvements étudiants chiliens de 2011 forment une série de manifestations réalisées par des étudiants
issus de l'université et de l'enseignement secondaire, qui ont eu lieu au cours du premier et deuxième semestre de 2011.
Ces mobilisations sont le fait des étudiants qui repoussent le système de l'éducation chilienne, financé majoritairement par le secteur privé au détriment du
secteur public. Actuellement, seulement 25 % du système de l'éducation chilienne est financé par l'État, les étudiants versent par le biais des frais universitaires les 75 % restant.
Les premières mobilisations ont été convoquées par la confédération des étudiants du Chili (CONFECH). Les porte-paroles principaux du mouvement universitaire ont
été Camila Vallejo, présidente de la Fédération des Étudiants de l'Université du Chili (FECH) et Giorgio Jackson, président de la Fédération des Étudiants de l'Université Catholique du Chili
(FEUC). Peu à peu, des élèves des établissements secondaires se sont joints aux mobilisations. La mobilisation a gagné encore en importance lorsque se sont incorporés pour la première fois dans
l'histoire du Chili des étudiants de collèges privés, des Centres de Formation Technique (CFT), des Instituts Professionnels (IP) et des universités privées. Cette mobilisation a réuni des
étudiants et élèves de tous établissements: publics ou privés.
Pendant le mois de juin 2011, les étudiants organisent des marches successives dans les villes principales du Chili. Ces manifestations sont largement suivies,
tant par des étudiants, que par des sympathisants. Ceux-ci réclament une réforme du système d'éducation chilien, réforme passant par la fortification du rôle de l'État dans l'éducation. Après
un mois de mobilisation contre le gouvernement, celui-ci décide de présenter sa première proposition basée sur la création d'un nouveau fond pour l'éducation, et sur la simplification de
l'accès aux crédits universitaires. Les organisations principales repoussent la proposition en demandant des mesures plus poussées. Des
propositions successives du gouvernement ouvrent la possibilité d'une réforme, ainsi est proposé une modification de la Constitution afin d'assurer une meilleure qualité en éducation, mais
celle-ci est rejetée par les étudiants, la considérant comme insuffisante.
Le 22 septembre 2011, les étudiants reprennent les manifestations à Santiago contre la réforme ( la privatisation) scolaire. Au moins
150.000 manifestants selon les organisateurs, 60 000 selon la police, défilent dans les rues.